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Un cuento feliz en un día de mi niña, triste...
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En el d{ia del niño, Athenea se fue con su madre en busca de un país lejano. Athenea sabe contar cuentos. Posee una imaginación febril. Abre sus grandes ojos mi...entras su roja boquita pronuncia con claridad palabras
valientes. Yo quiero de tiodo corazón que este cuento, basado en uno de Tagore, que le leí hace mucho, sea una historia real:
valientes. Yo quiero de tiodo corazón que este cuento, basado en uno de Tagore, que le leí hace mucho, sea una historia real:
Aliz, figúrate que vamos de viaje, que atravesamos un país extraño y peligroso.
Yo cabalgo en un caballo parecido al de Pie de la Cuesta, caballo bayo y monto al lado de tu coche
El sol se pone; es ya de noche.
El desierto, desolado, se tiende ante nosotros.
El miedo se apodera de ti y piensas: ‘¿Dónde estamos?'
Pero yo te digo: ‘No temas, madre’.
Todos los rebaños han vuelto ya a los establos y en la lejanía árida no se ve a nadie.
La oscuridad crece, el campo y el cielo se borran lasestrellas y la Luna y ya no podemos distinguir nuestro camino.
De pronto, me llamas y me dices al oído: ‘¿Qué es aquella luz, allí, junto a la orilla?’ Se oye entonces un terrible alarido y las sombras se acercan corriendo hacia nosotros.
Tú te acurrucas en tu auto e invocas a Om Shanty.
Pero yo te grito: ‘¡No tengas miedo, madre, que yo estoy aquí!’
Armado con una pistola-- con los cabellos al viento, el bandido se acerca.
Yo le advierto: ‘¡Detente, malvado! ¡Un paso más y te mato de una patada de karate!’
Se lanza sobre nosotros.
Tú coges mis manos y me dices: ‘¡Hijja, ATHENEA, te lo suplico, escapa tú y déjame morir"..
Y yo contesto: ‘ Aliz vas a ver lo que hago’.
Entonces espoleo a mi caballo y lo lanzo al galope. Mi palo de taekwando choca contra su cabeza. Él cae y grita furioso: "niña del demonio, te liquidaré"
La lucha es tan terrible, madre, que morirías de terror si pudieras verla desde tu coche.
Se levanta el malandrín y vuelvo a pegarle, ahora, en las piernas....
Cojeando, huye, y nos insulta...pero, yo lo sigo con mi caballo y le tiro un lazo y lo derribo, otra vez.
Tú, inmóvil y sola, piensas sin duda: ‘Mi hija estará muerta"
Pero yo llego, bañada en sudor, y te digo: ‘Ma, la lucha ha terminado’.
Tú sales del auto y me abrazas y me besas, y estrechándome contra tu pecho me dices: ‘¿Qué habría sido de mí si mi Aliz no me hubiera escoltado?’
Cada día suceden mil cosas peores, como ese asalto en que te hirieron en la cabeza y en los labios. ¿Por qué no ha de ser posible que ocurra? Sería como un cuento de los libros que me regala mi papá.
Tomás estaría muy admirado y confesará: ‘¿Es posible que Athenea sea una heroína? ¡Siempre la tuve por tan poca cosa!’
Y todos nuestros amigos y parientes con mucha envidia te dirán : ‘¡Qué suerte la de Aliz! Por eso lleva siempre a su lado a super Athenea!!!’
FIN
Yo cabalgo en un caballo parecido al de Pie de la Cuesta, caballo bayo y monto al lado de tu coche
El sol se pone; es ya de noche.
El desierto, desolado, se tiende ante nosotros.
El miedo se apodera de ti y piensas: ‘¿Dónde estamos?'
Pero yo te digo: ‘No temas, madre’.
Todos los rebaños han vuelto ya a los establos y en la lejanía árida no se ve a nadie.
La oscuridad crece, el campo y el cielo se borran lasestrellas y la Luna y ya no podemos distinguir nuestro camino.
De pronto, me llamas y me dices al oído: ‘¿Qué es aquella luz, allí, junto a la orilla?’ Se oye entonces un terrible alarido y las sombras se acercan corriendo hacia nosotros.
Tú te acurrucas en tu auto e invocas a Om Shanty.
Pero yo te grito: ‘¡No tengas miedo, madre, que yo estoy aquí!’
Armado con una pistola-- con los cabellos al viento, el bandido se acerca.
Yo le advierto: ‘¡Detente, malvado! ¡Un paso más y te mato de una patada de karate!’
Se lanza sobre nosotros.
Tú coges mis manos y me dices: ‘¡Hijja, ATHENEA, te lo suplico, escapa tú y déjame morir"..
Y yo contesto: ‘ Aliz vas a ver lo que hago’.
Entonces espoleo a mi caballo y lo lanzo al galope. Mi palo de taekwando choca contra su cabeza. Él cae y grita furioso: "niña del demonio, te liquidaré"
La lucha es tan terrible, madre, que morirías de terror si pudieras verla desde tu coche.
Se levanta el malandrín y vuelvo a pegarle, ahora, en las piernas....
Cojeando, huye, y nos insulta...pero, yo lo sigo con mi caballo y le tiro un lazo y lo derribo, otra vez.
Tú, inmóvil y sola, piensas sin duda: ‘Mi hija estará muerta"
Pero yo llego, bañada en sudor, y te digo: ‘Ma, la lucha ha terminado’.
Tú sales del auto y me abrazas y me besas, y estrechándome contra tu pecho me dices: ‘¿Qué habría sido de mí si mi Aliz no me hubiera escoltado?’
Cada día suceden mil cosas peores, como ese asalto en que te hirieron en la cabeza y en los labios. ¿Por qué no ha de ser posible que ocurra? Sería como un cuento de los libros que me regala mi papá.
Y todos nuestros amigos y parientes con mucha envidia te dirán : ‘¡Qué suerte la de Aliz! Por eso lleva siempre a su lado a super Athenea!!!’
FIN
